La crisis climática está impulsada por el afán de lucro de las empresas, como lo ha sido desde los primeros auges del petróleo hace siglos. Las investigaciones muestran que, para abril de 2024, 57 empresas fueron responsables del 80% de las emisiones mundiales de CO2, desde el Acuerdo de París en 2016.
En Empower, le seguimos la pista el dinero para rastrear a las empresas e inversionistas que están detrás de las infraestructuras de combustibles fósiles nuevas y existentes, así como de los proyectos dañinos y engañosos de energías renovables. También, explicamos cómo el greenwashing y las falsas soluciones a la crisis climática —que la captura corporativa del Estado ha normalizado en gran medida— nos impiden lograr una transición energética justa. Nuestra investigación contribuye y orienta diversas campañas tanto en el Norte Global como en el Sur, desde las luchas locales contra los oleoductos nocivos hasta las iniciativas globales para reducir el carbono. Trazamos el mapa de la infraestructura física y los complejos vehículos de inversión que subyacen a la dependencia de los combustibles fósiles y obstaculizan la transición justa.
Algunos ejemplos de nuestros proyectos recientes, que abarcan todo el planeta, incluyen:
Oriente Medio se encuentra a menudo en el centro de la geopolítica mundial. La mortífera escalada del conflicto de Israel con múltiples actores de la región, que incluye el apoyo militar de Estados Unidos y aliados europeos, condujo a crisis humanitarias en Gaza y Líbano, al tiempo que arrastró a los gobiernos regionales a un torbellino de posturas militares e incertidumbre política.
Si bien lo que está en juego es más importante que nunca, la centralidad de la región para la geopolítica no es nueva. Esto tiene mucho que ver con su lugar en los mercados internacionales de combustibles fósiles: Oriente Medio y el Norte de África (MENA) alberga aproximadamente el 57% de las reservas probadas de petróleo y el 41% de las reservas de gas natural del mundo. Por lo tanto, la región se encuentra en el centro de otra crisis: la crisis climática. Por un lado, se prevé que la región experimente mayores aumentos de temperatura promedio que cualquier otro lugar; por otro lado, la extracción y quema continuas de combustibles fósiles en MENA seguirán provocando eventos climáticos letales a escala planetaria, independientemente de las consecuencias locales.
El mapa muestra las concesiones de Eni, una empresa energética Italiana, en las aguas internacionales de Egipto, Palestina e Israel. Además se puede observar el Gaza Marine, dentro de las aguas internacionales de Palestina. Este último está en disputa para su desarrollo y es uno de los campos de gas más grandes del Mediterráneo del Este.
En 2023, Empower realizó una investigación exhaustiva sobre los flujos financieros globales y los intereses detrás del sector energético de MENA. Nuestro reporte brindó un panorama matizado de los actores globales clave que impulsan la dependencia de los combustibles fósiles en MENA, comenzando con la suposición de que el movimiento global por una transición justa hacia la energía sostenible debe estar equipado con una comprensión compleja de estos actores.
El reporte incluye datos completos que pueden usarse como referencia sobre diferentes países, subsectores y tendencias temáticas en materia de financiamiento. Además, de la investigación surgen varios patrones y actores financieros clave, como los enormes fondos soberanos de riqueza de la región; el ascenso de BlackRock como agente de poder financiero en el Golfo; la pseudoprivatización de sistemas nacionales de oleoductos enteros como mecanismo de captación de capital; el greenwashing de los bonos de combustibles fósiles en Europa; y la creciente importancia de los instrumentos financieros islámicos para la energía renovable.
Empower rastreó a las empresas inversionistas de 83 proyectos estratégicos de gas (upstream, midstream y downstream) que fueron construidos, estaban en construcción o estaban por ser construidos en nueve países de América Latina entre 2018-23.
El mapa muestra los desarrollos energéticos vigentes a agosto de 2023 en Brasil, incluyendo ductos, campos e infraestructura energética.
Detectamos financiamientos por 92,713 millones USD que fueron transferidos a proyectos de gas por el sector público y privado, así como por alianzas público-privadas mediante deuda, aportación de capital a través de acciones (equity) y transferencias de fondos públicos.
El principal mecanismo de financiamiento identificado fue la transferencia de fondos públicos mediante instituciones propiedad del Estado, como empresas energéticas y Agencias de Crédito a la Exportación. En un segundo lugar, se posicionó la banca comercial, que participó fundamentalmente a través del otorgamiento de deuda. En tercera posición, se encontraron las empresas desarrolladoras, es decir, las propias empresas energéticas que financiaron los proyectos a través de su liquidez general sin emitir deuda específica para los proyectos.
Financiamiento de proyectos de gas en América Latina por tipo de institución (2018-23)
El reporte “Mapeo del financiamiento del gas en América Latina y el Caribe (2018-23)” aporta una visión panorámica sobre las necesidades específicas en materia de proyectos gasíferos para cada uno de los países estudiados, y sobre qué entidades y países están aportando el capital para su desarrollo.
Esta información es estratégica para actores de la sociedad civil que se opongan al desarrollo de un proyecto o que busquen exigir una mayor rendición de cuentas sobre proyectos gasíferos en sus países, particularmente porque permite responsabilizar también a los gobiernos y entidades privadas que financian estos proyectos.
La importante legislación climática aprobada durante el Gobierno de Biden en Estados Unidos proporcionará miles de millones de dólares en nuevos subsidios y financiamiento para proyectos de captura y secuestro de carbono (CSC). Esta falsa solución a la crisis climática fue promovida por las empresas de combustibles fósiles que pretenden utilizarla como excusa para prolongar la extracción de petróleo y gas durante muchos años más. Sin embargo, la tecnología ha demostrado ser un fracaso tecnológico que no captura, ni de lejos, las cantidades prometidas de emisiones de gases de efecto invernadero, a la vez que amenaza con contaminar las comunidades con fugas subterráneas de CO₂ y pone en peligro al público con explosiones de tuberías de CO₂ que los reguladores y equipos de emergencia no están preparados para manejar.
Desde noviembre de 2023 hasta abril de 2024, Empower llevó a cabo un mapeo exhaustivo de los proyectos de CSC en Texas, así como una investigación sobre su financiamiento. Junto con Louisiana, donde recientemente realizamos una investigación similar, estos dos estados del Golfo de México serán el epicentro del desarrollo de la CSC, a menudo en comunidades ya devastadas por la contaminación industrial. En ambos, descubrimos que los proyectos de CSC serán financiados, en su inmensa mayoría, con subvenciones federales y exenciones fiscales estructuradas como subsidios, lo que significa que el público financiará la CSC pagando directamente a empresas como ExxonMobil y Occidental Petroleum.
El mapa muestra el recorrido de los ductos de CO₂ propiedad de Denbury, que fue adquirida por Exxon en 2023.
Empezamos siguiendo la pista al dinero. Utilizando una serie de bases de datos privadas, así como datos de fuentes abiertas y gubernamentales de todo el mundo, hacemos ingeniería inversa y desentrañamos los flujos financieros que permiten los proyectos de combustibles fósiles. A veces, buscamos actores concretos; otras, identificamos tendencias de inversión en todo el sector, etcétera.
Estas investigaciones nos llevan a analizar todas las aportaciones económicas y decisiones políticas en las que se basa la economía de los combustibles fósiles, como por ejemplo:
Administradores de activos multimillonarios
Criterios de inversión de los fondos de pensiones
Emisiones de bonos corporativos y bonos verdes
Préstamos bancarios
Subvenciones públicas
Otorgamiento de permisos
Negociación corporativa
Objetivos de transición energética
Seguimiento del papel de los grupos de presión e innumerables piezas más del rompecabezas
El gráfico muestra las principales empresas que gastaron en cabildeo en el Congreso Federal de los Estados Unidos a favor de legislación pro captura de carbón. Se observan el nombre de la empresa y el monto gastado.
Nuestras investigaciones también abarcan el crecimiento de la financiación de la energía verde y sus complejas consideraciones. Por ejemplo, el combustible de hidrógeno y la captura y almacenamiento subterráneo de carbono (CCUS) no presentan alternativas viables a los combustibles fósiles. Nuestra investigación ha demostrado que sus mayores promotores son empresas petroleras y gasistas que buscan limpiar su imagen a medida que bombean más combustibles fósiles, todo ello mientras exponen al público a contaminaciones masivas de aguas subterráneas, la acidificación de los océanos y explosiones mortales de los oleoductos de CO2.
Mientras tanto, tecnologías factibles como los proyectos eólicos, solares e hidroeléctricos pueden presentar sus propios problemas. Los promotores de proyectos, sobre todo en el Sur Global, han cometido abusos contra los derechos humanos y asesinatos de defensores de derechos humanos. Cuando es necesario, también rastreamos la red de intereses que hay detrás de estos crímenes para ayudar a los defensores locales y a sus seres queridos a exigir responsabilidades y justicia.
Los desarrolladores de energía verde deben respetar los derechos humanos, lo que incluye la consulta y el consentimiento de las comunidades afectadas, así como la realización de rigurosos estudios de impacto ambiental y el cumplimiento de la normativa. Dicho esto, hablar no cuesta nada y los sellos de goma tampoco cuestan mucho en buena parte del mundo. Nuestra investigación llega al fondo de las relaciones de poder que subyacen a la infraestructura verde, porque sabemos que, al igual que con los combustibles fósiles, seguir la pista al dinero es clave para entender los intereses de quiénes serán protegidos y quiénes no.
Lo que está en juego no podría ser mayor. Por eso colaboramos con movimientos sociales, organizaciones de la sociedad civil y activistas de primera línea para obtener información que les ayude a proteger a las comunidades y a los trabajadores durante la transición energética y a recuperar nuestro planeta frente a los intereses corporativos.