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Sudáfrica es el séptimo productor y consumidor mundial de carbón.Eskom—la empresa estatal de electricidad— cuenta con 15 centrales eléctricas de carbón, que producen más del 80% de la electricidad del país; sin embargo, estas centrales se descomponen regularmente debido a conductos defectuosos y generalmente compran carbón húmedo menos eficiente. Un factor contribuyente a la ineficiencia de Eskom —que ha llevado a años de frustrantes “apagones” o cortes de energía rotativos— es el escándalo de la captura del Estado Gupta-Zuma, que incluyó a empresas de carbón propiedad de la familia Gupta suministrando carbón inferior a Eskom gracias a contratos de adquisiciones privilegiados, ellos mismos producto de la captura.

Según Devi Pillay delInstituto de Investigación de Asuntos Públicos(PARI, por sus siglas en inglés), “En cuanto a la captura del Estado y la corrupción, la familia Gupta tenía relaciones con ejecutivos, personas en el gobierno y empresas de terceros. Coludieron. Tuvieron estas relaciones para obtener contratos de alto valor, incluidas las minas que poseían. También tenían contratos con firmas consultoras como McKinsey. Era mucho dinero y en realidad no se hizo ningún trabajo. A veces ni siquiera necesitaban contratar a un consultor. Gracias a las filtraciones de Gupta hay evidencia de esto. Esos fueron los dos principales impulsores: los contratos de carbón y los servicios con otras compañías. Los Gupta incluso compraron la mina Optimum de Glencore y utilizaron a sus compinches en el gobierno para comprarla a un precio muy bajo”.

La mayoría de la cobertura académica, de las OSC y de los periodistas del escándalo Gupta-Zuma y la posterior investigación se centró en el objeto de la captura —el Estado— y no lo suficiente en los proveedores de servicios económicos y otros intereses comerciales que participaron.Y se ha estudiado mucho menos sobre las repercusiones prácticas de la captura del Estado en las esperanzas del país de una transición energética justa.

Según un representante delCentro de Estudios Legales Aplicados(CALS, Sudáfrica), aunque algunos análisis de clase media o alta del escándalo Gupta-Zuma lo han vinculado a la crisis energética, la discusión política se ha centrado en la disfunción dentro del sistema energético —la extrema dependencia de Sudáfrica del carbón para producir electricidad y la atención de la clase trabajadora y popular centrada adecuadamente en los apagones.

InfluenceMap(Reino Unido), un grupo de expertos que proporciona datos y análisis sobre el impacto de los negocios y las finanzas en el cambio climático, y opera una plataforma de confianza que analiza el cabildeo empresarial sobre políticas climáticas, publicó un informe que afirma que “Sudáfrica ha enfrentado desafíos en el desarrollo de políticas climáticas. El [Intergovernmental Panel on Climate Change] IPCC ha identificado la ‘oposición de los intereses del statu quo’ y los intereses fósiles actuales ‘ejerciendo influencia política’ sobre el proceso de formulación de políticas como una de las principales razones para la falta de progreso en la política climática global. (…) Pasos del Gobierno sudafricano para mejorar la transparencia y gobernanza de los procesos de formulación de políticas climáticas, incluida la responsabilidad de las entidades privadas por bloquear deliberadamente políticas basadas en la ciencia o por lavado verde de imagen, también podrían tener impactos sistémicos y positivos en el desarrollo de políticas climáticas en la región. El análisis global de InfluenceMap a menudo ha encontrado una fuerte correlación entre el fracaso de los gobiernos en actuar sobre el clima y un poderoso lobby de los combustibles fósiles junto con una limitada transparencia en torno al proceso político, lo que resulta en ‘captura de políticas'”.

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