En su esencia, el modelo de IJT plantea una pregunta importante: Si los derechos humanos son universales pero el acceso a ellos está impedido por las corporaciones multinacionales y las cadenas de suministro globales, ¿por qué los mecanismos para acceder a la justicia aún dependen de herramientas a nivel del Estado? Su respuesta a esta pregunta es precisamente la captura corporativa del Estado, que la Iniciativa identifica como la causa raíz que limita el acceso a la justicia para defensores de derechos humanos y titulares de derechos.
La ITJ, establecida en 2021, es una organización de justicia transnacional sin fines de lucro con sede en México. Fue fundado por ProDESC, pero es una entidad completamente independiente que se basa en la experiencia de dos décadas de la organización en los campos de la rendición de cuentas corporativa y los derechos humanos.La Iniciativa tiene como objetivo garantizar la justicia y la rendición de cuentas transnacional a través de colaboraciones genuinas con contrapartes en el Sur Global que defienden los derechos económicos, sociales y culturales.
Sirve como plataforma para proporcionar una oportunidad distinta a comunidades afectadas, colectivos y organizaciones de base del Sur Global para generar casos y campañas a través de una lente feminista, comunitaria e interseccional.
La Iniciativa fue fundada en un momento en que la rendición de cuentas corporativa cobró relevancia como un campo relevante en materia de derechos humanos, incluida la creación de la diligencia debida, los mecanismos internacionales de quejas y similares, algunos con aplicaciones extraterritoriales. En el capitalismo avanzado, esto significa proteger a individuos y grupos ubicados principalmente en el Sur Global de las actividades comerciales implementadas por corporaciones ubicadas principalmente en el Norte Global. En consecuencia,el impacto de la rendición de cuentas corporativa debería sentirse con más intensidad en el Sur Global— como es el caso de la causa raíz que la subyace, la captura corporativa —donde realmente cambia las realidades de las comunidades y colectivos.
Sin embargo, las intervenciones de rendición de cuentas corporativa que utilizan estos mecanismos y políticas suelen estar dominadas por expertos y OSC en el Norte Global y las voces de los afectados rara vez están presentes. Además, la financiación filantrópica tiende a fluir hacia actores en el Norte Global, muchos de los cuales realizan programación y otros trabajos de campo en el Sur Global sin cambiar la realidad diaria de quienes viven allí. Además,la implementación de estas estrategias, aunque sea inadvertidamente, ha aumentado en ocasiones las represalias contra defensores de derechos humanos de base.
Reflexionando, la IJT y aliados del Sur Global han priorizado la construcción de colaboraciones Sur-Sur. Si bien hay enormes diferencias culturales entre países y comunidades en el Sur Global, también hay muchas similitudes sobre cómo defienden a las personas y al planeta contra las corporaciones, lo que proporciona un terreno común para formar alianzas más sólidas.
De acuerdo con IJT,“[La Iniciativa para la Justicia Transicional] considera que las colaboraciones transnacionales con mayor potencial son Sur-Sur, es decir, aquellas que involucran directamente a organizaciones, comunidades y grupos de América Latina, Asia y África sin la necesidad de organizaciones ‘intermediarias’ en el Norte Global. Por un lado, cada vez más las organizaciones del Sur tienen más capacidad para llegar a espacios de discusión a nivel regional y transnacional, y por otro, realizan un trabajo sólido y serio en el terreno con las comunidades y grupos que más sufren las consecuencias de la captura corporativa.”
Para cambiar estructuralmente los impactos causados por la captura corporativa, la IJT cree que la rendición de cuentas corporativa debe tener efectos concretos en el terreno, especialmente en los territorios y colectivos ubicados en el Sur que son más afectados.Esto conducirá a la limitación, prohibición o cancelación de actividades corporativas que causan violaciones de derechos humanos e incluso logrará reparaciones para comunidades y colectivos.
Además, la construcción de colaboraciones Sur-Sur y la construcción de un fuerte movimiento liderado por el Sur Global podrán disuadir las peores violaciones de derechos humanos que resultan de la captura corporativa. Tanto los gobiernos como las corporaciones reconsiderarán sus acciones si saben que hay un movimiento fuerte actuando como contrapeso, listo para defender los derechos humanos en todo el Sur Global.
Actualmente,la Iniciativa trabaja con comunidades, colectivos y sus socios de OSC en seis países del Sur Global para enfrentar de frente la captura corporativa a través de colaboraciones transnacionales y rendición de cuentas corporativaEstos proyectos incluyen: