Educación política y desarrollo de capacidades
Utilizando datos, investigaciones y análisis generados por el movimiento global de responsabilidad corporativa y otros esfuerzos contra la captura corporativa, algunas organizaciones adaptan y traducen estos insumos para diferentes audiencias, principalmente en forma de desarrollo de capacidades y educación política para titulares de derechos, defensores, OSC y otros actores interesados para que puedan comprender la captura corporativa y usar las herramientas para detenerla. Básicamente, la estrategia detrás de la educación política anti captura es que las corporaciones han capturado la narrativa y, por lo tanto, es nuestra responsabilidad reclamarla y darle forma.
Un ejemplo primario de educación política proviene de experiencias enSudáfrica.Durante las investigaciones y deliberaciones de laComisión Zondo,las OSC — principalmente articuladas a través delGrupo de Trabajo de la Sociedad Civil sobre Captura del Estado(CSWG, por sus siglas en inglés) — y los periodistas tomaron las riendas de la narrativa pública para asegurar que la administración de Jacob Zuma (2009-2018), las administraciones presidenciales posteriores y los partidos políticos no desviaran el proceso, de la siguiente manera:
"La primera respuesta de la sociedad civil a la captura del Estado se caracterizó por la comunicación masiva. Para superar la falta de interés público, o incluso estatal, en el tema, fue necesario construir un marco de información sobre su alcance y extensión, y un interés masivo en el mismo. (...) Por ejemplo, la Fundación Ahmed Kathrada fue una de las primeras en levantar señales de alerta sobre el aterrizaje de un avión privado en la Base Aérea de Waterkloof en violación de la legislación de Puntos Clave Nacionales (1980). Más que cualquier otro, este evento trajo completamente a la familia Gupta a la atención pública, galvanizando a la sociedad civil. (...)
Los intentos de la sociedad civil para responder a la captura del Estado comenzaron poco a poco, con acciones individuales de alcance limitado. Sin embargo, el trabajo de periodistas de investigación, organizaciones legales y ONGs construyó el conocimiento público sobre estos abusos durante varios años. Esto, a su vez, creó las condiciones para una mayor acción a través del desarrollo de un lenguaje común para entender el problema. Esto fue necesario para la eventual coordinación de la sociedad civil para oponerse a la captura del Estado. No obstante, como hemos visto, aunque la coordinación de la sociedad civil fue posible en varios momentos, la sociedad civil sudafricana no es homogénea y, con el tiempo, la coalición se desmoronó.
Los esfuerzos que surgieron contra la captura del Estado fueron variados e inicialmente no coordinados porque las organizaciones los emprendieron con diferentes orígenes ideológicos, enfoques estratégicos y comprensiones de por qué (y cómo) se capturó el Estado sudafricano. A medida que la información sobre la captura del Estado se hizo pública, la capacidad de los sudafricanos para 'unir los puntos', como dijo famosamente Pravin Gordhan, produjo un conjunto de objetivos comunes inmediatos alrededor de los cuales estos grupos podrían unirse. Esto les permitió superar las diferencias ideológicas y coordinar sus esfuerzos lo suficientemente bien como para tener un impacto notable en el panorama político del país en un momento crucial. La coordinación logró avanzar en la causa de uno de los objetivos a medio plazo de muchas de estas organizaciones: la destitución del presidente Jacob Zuma. Sin embargo, al mismo tiempo, la destitución de Zuma expuso una debilidad en la comprensión común del problema de la captura del Estado. Varios activistas argumentan que la captura del Estado se centró demasiado estrechamente en la presidencia de Zuma.
Algunas organizaciones de la sociedad civil ahora desempeñan un papel de vigilancia. Pero, en contraste, otras organizaciones continúan exigiendo justicia, transparencia y reforma del sistema político para ayudar a remediar los efectos de la captura del Estado y eliminar las condiciones que permitieron que ocurriera (Luke Spiropoulos)."
A nivel global, principalmente a través de su extensa red de miembros, elGrupo de Trabajo de Rendición de Cuentas Corporativa(CAWG, por sus siglas en inglés) de la Red Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales(Red-DESC) es posiblemente el mejor ejemplo de educación política contra la captura corporativa, empleando una innovadora serie de cómics en línea llamada “El Poder del 99% para Detener la Captura Corporativa” para explicar la captura corporativa de manera que tenga sentido para audiencias diversas. Desde 2020, y en colaboración con un estudio de arte externo, el Grupo Asesor del Proyecto sobre Captura Corporativa del CAWG se reúne regularmente para planificar el contenido y los momentos estratégicos en los que se lanzarán nuevos números del cómic. El primero, sobre la captura corporativa de las Naciones Unidas, fue lanzado en 2021 para coincidir con el 46º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (HRC, por sus siglas en inglés).
La serie de cómics del CAWG no solo es internacional, sino que también trabaja a nivel nacional. Por ejemplo, en el segundo cómic, lanzado durante la Pandemia de Covid-19, se presentan varios casos sobre hospitales privados en Kenia, el Reino Unido y los Estados Unidos. El objetivo es que la preocupación por la captura corporativa se convierta en una conversación global. Según el CAWG, las OSC están comenzando a tener conversaciones sobre la financiación corporativa del multilateralismo, lo que también podría convertirse en un cómic algún día. Desde su perspectiva, la captura corporativa es uno de los problemas más peligrosos en este momento, pero muchas personas aún no son conscientes de ello.