Hasta cierto punto, dado que esto puede ser medido, los consejos corporativos interconectados ofrecen una perspectiva única sobre la “caja negra” de la toma de decisiones corporativas y la política empresarial. Aunque es posible que no estemos en la mesa para escuchar la conversación, podemos identificar la mesa, cómo está dispuesta y quién está sentado en ella.
El fenómeno del entrecruzamiento corporativo se refiere a miembros de consejos de administración empresarial que sirven en múltiples consejos simultáneamente, creando así una red de consejeros múltiples y consejos interconectados.
Este fenómeno ocurre en todo el mundo y es un mecanismo primordial mediante el cual las corporaciones, como red, forman asociaciones empresariales para cabildear, influenciar y capturar al Estado. Un estudio examinó la “red global de entrecruzamiento de consejos, que cubre 400,000 empresas vinculadas a través de 1,700,000 enlaces que representan consejeros compartidos entre estas empresas”.
De acuerdo con PODER (México), “El caso de México es especialmente flagrante. Según el último recuento, 37 personas poseen o mantienen influencia sobre el 28% de la economía nacional mediante entrecruzamientos de consejos corporativos, la puerta giratoria y la corrupción, lo que posiblemente lo convierte en el país más desigual del planeta. Desde la década de 1960, una organización – el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios – compuesto por los propietarios del capital mexicano, se reúne regularmente con el presidente o su representante para entablar un simple intercambio de favores: el poder ejecutivo proporciona información privilegiada a la élite antes de anunciar decisiones oficiales, por ejemplo, sobre megaproyectos como el nuevo aeropuerto o la reciente privatización del petróleo y la electricidad, a cambio de que el sector empresarial exprese públicamente su apoyo al presidente y su gobierno para conferirle legitimidad. Básicamente, en México, la captura corporativa se ha institucionalizado”.
Si bien el entrecruzamiento corporativo no indica inherentemente la captura, sí facilita significativamente la acción colectiva empresarial al fomentar la comunicación y la confianza mutua entre los miembros de los consejos de administración. Esto resulta a menudo en que las empresas presentan un frente unificado con objetivos o intereses compartidos. En consecuencia, los consejos entrelazados proporcionan a las empresas los recursos o conexiones para mantener o aumentar su poder, lo que los convierte en un precursor común de la captura corporativa.